La fachada original, que contaba con ladrillo visto y pilares de geometría circular, ha sido rediseñada para integrar estos elementos de forma discreta, ocultándolos dentro de un nuevo diseño contemporáneo que dota al edificio de una imagen renovada y actualizada. La propuesta arquitectónica apuesta por un enfoque moderno y elegante que refleja las aspiraciones de funcionalidad y estética del proyecto.
Además, se ha llevado a cabo una renovación total de las instalaciones del edificio, garantizando su óptimo rendimiento y cumpliendo con los estándares actuales de calidad y seguridad. Este enfoque integral asegura un espacio eficiente, seguro y adecuado para los menores y el equipo que utiliza el centro.
El resultado es un edificio que combina innovación arquitectónica con practicidad, creando un entorno adaptado a las necesidades de su propósito y de quienes lo habitan.